jueves, 9 de septiembre de 2010

REFLEXIÓN CRÍTICA SOBRE LA CALIDAD EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA



REFLEXIÓN CRÍTICA SOBRE LA CALIDAD EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA
Con el auge de la sociedad del conocimiento, la educación superior ha adquirido un papel preponderante en el desarrollo y la economía de los países; hasta hace poco, la educación había estado ausente del debate de la globalización y del comercio de servicios, pero ante las cifras que representa este sector, la educación superior se ha convertido en un tema de interés.

Durante muchos años, las preocupaciones sobre la educación superior han estado ligadas a la exclusión de los estratos desfavorecidos, provocada por causas económicas y sociales y por la deficiente calidad de la formación ofrecida a ellos en los niveles educativos precedentes (educación primaria y secundaria), que hace imposible el ingreso de amplios sectores de la población a la educación superior, o provocan que, cuando pueden hacerlo –dadas las limitaciones que existen en la oferta–, estén en realidad en situación desventajosa, casi de discriminación, porque esa deficiente formación causa problemas de adaptación, mortalidad académica y deserción. Esta discriminación contrasta con la monopolización de los grados superiores de calidad por los egresados de las instituciones del sector privado de la educación básica y media que atienden los estratos adinerados de la sociedad.
El nuevo colombiano educado, más que alguien con una credencial, una profesión y un empleo, va a ser alguien capaz de procesar la información que hay disponible en el mundo, conocedor de las fuentes de información, capaz de educarse solo y de adaptarse a los cambios en el conocimiento, la información y el mercado, con la habilidad de crear riqueza.
Esto hace necesario que las universidades eduquen a los jóvenes para que sean emprendedores, capaces de identificar oportunidades y de llevar a cabo proyectos exitosamente, de crecer, de modificar e imaginar escenarios y hacerlos realidad.
El panorama colombiano de la educación superior se reivindica frente a una universidad crítica, que asumen el reto de recuperar los espacios de la educación superior y de la universidad como escenarios para la confrontación de las políticas estatales, así como para plantear orientaciones alternativas, entre las cuales, sin duda, se encuentra la de reivindicar que el sistema de educación superior no puede renunciar al conocimiento, máxime cuando hoy más que nunca el sistema de explotación reposa sobre la apropiación de las condiciones de su producción y de sus resultados.
En el país la educación superior está regulada por la Ley 30 de 1992 que la concibe "como un proceso permanente que posibilita el desarrollo de las potencialidades del ser humano de una manera integral y tiene por objeto el desarrollo pleno de los alumnos y su formación académica o profesional"
La Educación Superior debe ser servicio público cultural, inherente a la finalidad social del Estado. Es impartida en instituciones de Educación Superior clasificadas por la ley en tres categorías:
• Instituciones Técnicas Profesionales.
• Instituciones Universitarias o Escuelas Tecnológicas.
• Universidades
Existen dos tipos de educación superior, Estudios de pregrado y posgrado.
La educación superior está organizada en Colombia, de acuerdo con las siguientes agrupaciones: campos de acción, áreas del conocimiento, carácter académico (tipo de institución) y programas académicos.
Una función importante, aparte de la enseñanza, en la educación superior son las actividades de investigación en los distintos niveles del saber. Otra importante función es la que corresponde a actividades de extensión, en las que se procura la participación de la población y se vuelca hacia ella los resultados.
La interdependencia es una de las marcas más características de la actual globalización. Las demandas planteadas a la educación superior son hoy muy amplias y exigen respuestas diversificadas cuanto a tipos de organización y funciones institucionales. Un análisis de las políticas de acreditación que enfrentar, es el tema de la diferenciación, complejidad y heterogeneidad de los sistemas e instituciones de educación superior en las distintas realidades nacionales. Esto tiene que ver con la difícil pero fundamental cuestión de asegurar la calidad en contextos asimétricos.



Cada día se está viendo la importancia que está adquiriendo en las instituciones de educación superior el tema de la acreditación, pues sin duda es un sello de excelencia en gestión administrativa y sobre todo académica.

El Sistema Nacional de Acreditación para las instituciones de Educación Superior cuyo objetivo fundamental es garantizar a la sociedad que las instituciones que hacen parte del Sistema cumplen los más altos requisitos de calidad y que realizan sus propósitos y objetivos. Es voluntario de las instituciones de Educación Superior acogerse al Sistema de Acreditación. La acreditación tendrá carácter temporal. Las instituciones que se acrediten, disfrutarán de las prerrogativas que para ellas establezca la ley y las que señale el Consejo Superior de Educación Superior (CESU). (Ley 30 Artículo 53).
El principal desafío consiste en crecer con calidad. En las regiones colombianas hay necesidades muy específicas y, a su vez, acuciantes. Algunas son ajenas a los estándares internacionales de calidad, como las cuestiones de democratización de los espacios universitarios, ampliación de oportunidades de acceso y permanencia en los estudios superiores, en especial de segmentos históricamente desfavorecidos (pobres, afrodescendientes, indígenas, mujeres...). Amén de los criterios científicos universales, los procesos de evaluación y acreditación en Colombia han de valorar también las cuestiones de justicia social, equidad, democratización y ampliación de oportunidades.

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